domingo, 10 de enero de 2010

Mass Effect: el pináculo de la tensión emocional en los videjuegos


Quién diga que no le gustan las drogas nunca se ha sentado frente a un Xbox360. Llevo dos semanas sin asearme, rasurarme o asistir a mis prácticas profesionales por un videojuego. Apenas me alimento lo suficiente, y en sueños planeo el siguiente paso de mi estrategia; todo por un videojuego, si, pero no un simple videojuego.

Hace un tiempo ya que los juegos de video derribaron la barrera que los separaba del arte. Hoy van de la mano con sus parientes directos: el cine y la literatura. Si las dos anteriores te permiten ser testigo de una serie de aventuras los videojuegos te dan la posibilidad de crearte una propia.

Esa es la especialidad de Bioware. Un árbol con un enorme número de ramas por las cuales ascender, todas con sus respectivas ventajas y desventajas. Desde juegos como Jade Empire y Star Wars: Knights of the Old Republic ya se notaba el desarrollo y crecimiento del estilo particular de la compañía al poner a la par tanto la interacción social como la acción dentro del juego. Si esos juegos fueron el ensayo, no cabe duda que Mass Effect fue el resultado final.

El juego está ambientado en el año 2181, en una época en la que los seres humanos no están ni remotamente cerca de ser la raza más inteligente del universo. Tomarás el papel del Comandante Shepard un curtido soldado de la Alianza, un combinado militar de naciones humanas que representa los intereses de la Tierra dentro de la Ciudadela, la capital política, cultural y financiera de la galaxia.

A lo largo de la trama te harás con aliados que te ayudarán a cumplir tu misión. Lo interesante de todo esto es que ninguno de los personajes tiene garantizada la supervivencia y los motivos por los que permanecen a tu lado no son necesariamente por heroísmo y valentía. El juego está plagado de enredos políticos y burocracia, temática hombre-maquina, exploración espacial y conflictos raciales. Hay situaciones que pueden resolverse en la mesa si escoges cuidadosamente, o puedes dejarte llevar por el temperamento (o por un personaje sumamente odioso) y meterle un tiro al primero que se te ponga enfrente.

Con un mapa galáctico libre para explorar, sobre ti caerá la responsabilidad de mantener a salvo a tus compañeros. Estos es caso de morir por una mala decisión lo hacen definitivamente. No hay trucos para revivirlos más adelante. Y con cada uno especializado en algún tipo de combate o aptitud en verdad es una ausencia que notarás.

Mass Effect salió a la venta en el 2007 ¿por qué hablar de él ahora? dejando de lado el hecho de que hasta hace un par de semanas tuve la oportunidad de jugarlo, la principal razón sería esta:


La esperadísima (me incluyo ahora orgullosamente entre quienes la mencionan así) continuación del Mass Effect llega este 26 de enero. Una de las características más atractivas del juego es que, si previamente jugaste la primera parte, los archivos guardados se importarán y trasladarán a la segunda parte. Es decir, las decisiones que tomaste a lo largo de Mass Effect seguirán haciendo eco en esta la nueva entrega. Y sí: los personajes aliados muertos, permanecerán muertos. Por ejemplo, si perdiste a Wrex (el cabezón de la imagen inicial) en la primera parte (como yo) no lo verás por ningún lado en el ME. Otra característica que también está causando sensación es el hecho de que el héroe principal (tú/Shepard) puede morir. Así es, ya no eres fundamental para el destino del universo, al menos no físicamente hablando. Y esto sólo es un aperitivo. De cualquier forma, entre rumores y especulaciones se acerca el día de salida y podremos comprobar si ME2 se mantiene a la altura de su predecesor y si nos brindará el tercer y definitivo episodio tal y como fue concebido.

Mientras tanto, de regreso a la Normandia…

No hay comentarios:

Publicar un comentario