Definitivamente es un buen disco y por momentos tiene muy placentero sabor, pero el vacío que dejaron Myles Heskett y Chris Ross es grande. Al menos se extrañan. Definitivamente Wolfmother era una criatura concebida por tres mentes que la nutrían y mantenían saludable. El día de hoy Wolfmother vive, pero su aspecto es un poco famélico. Ya no alcanza las cumbres épicas de su primer disco. Aquellos pasajes de salvajismo y psicodélica están casi extintos. Las influencias y estructuras quedan ahora mucho más expuestas; la vena de Black Sabbath en Sundial o las obviamente zeppelianas 10,000 feet y In the Morning pueden chocarte si pecas de purista. Lo mismo ocurre a lo largo del disco con sonidos que evocan desde AC/DC hasta los White Stripes. Sin embargo, creo que la verdadera astilla es que Stockdale intenta seguir sonando a Wolfmother y se queda en una imitación de su primer trabajo. Tal vez el simple problema es que al llegar tan alto dejas el banderín de las expectativas fuera de, incluso, tu propio alcance. Si puedes deshacerte de todo lo anterior Cosmic Egg es un disco bastante disfrutable que va mejorando con cada reproducción.
Gracias a la piratería el disco llega este octubre, mucho antes de lo planeado. Además, en su página oficial con puedes descargarte Back Round, una canción nueva que no se incluye en el disco.
Los nuevos miembros de la banda incluyen al tecladista Ian Peres, Dave Atkins en la bateria y Aidan Nemeth en la segunda guitarra.
Bájate el disco aquí
Pero hazlo rápido que las ligas no están durando…
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