Imelda May es una irlandensa que, además de desparramar belleza y parecer salida de un catálogo pin up, rompemadres cantando. Una voz bañada con presencia y sensualidad que se hace acompañar de un estilo que se escabulle entre el rockabilly y el jazz. En conjunto, un viaje por una realidad alterna envuelta en una nube retro de la que no querrás salir.
Van dos discos a su cuenta, Love Tattoo (2008) y No Turning Back (del 2007 y relanzado en el 2009).
Un video para convencerte, con David Gilmour sentadito en primera fila:
No hay comentarios:
Publicar un comentario